El rubbing también es utilizado para remover impurezas, polvo o cualquier suciedad que puedan quedar adheridas a la superficie al momento de aplicarse la pintura, del mismo modo también puede utilizarse para recuperar la tonalidad o el brillo de la pintura vieja o dañada.
Antes de aplicar la superficie debe estar completamente limpia, libre de grasa, polvo o cualquier otro elemento, si la pintura recientemente se ha añadido a la superficie, es necesario permitirle un tiempo de secado del producto antes de aplicar el rubbing.
Aplicación a mano:
- Se recomienda aplicar una gota de rubbing de aproximadamente 3 centímetros sobre la superficie. Esta cantidad es necesaria para trabajar en un rango de 60 centímetros por 60 centímetros de diámetro. Es aconsejable trabajar un panel a la vez.
- Posteriormente se deberá utilizar una toalla o trapo suave fabricado en algodón para esparcir el rubbing en la superficie.
- Luego aplicar el producto de forma circular y firme.
- Posteriormente se deberá remover el exceso de producto utilizando una toalla suave.
- Si el paño llega a ensuciarse se deberá reemplazar por uno nuevo.
Aplicación a máquina:
- En este caso se deberá aplicar pequeñas porciones del producto sobre la superficie que se va a trabajar.
- Luego pulir la superficie con la ayuda de una pulidora eléctrica.
- Se aconseja pulir con una presión mediana a ligera y reducirla cuando el producto comience a secarse.